Está muy de moda hacer listas de películas. Esta es la oportunidad para “mi lista” con las películas de la Cannon que más me llenan de gozo y paz en los momentos más difíciles. Son películas que han marcado momentos significativos tanto en mi tierna infancia como en mi convulsa juventud y que ahora, en la calma y la ansiedad de los días actuales, es hora de catalogarlas. He incluido en la lista películas de las que ya he hablado anteriormente en otros descatalogados; en estas no me he extendido mucho y he optado por el link del artículo en cuestión. El orden no es ni mucho menos de más a menos, sino por orden de aparición en mis recuerdos.

COBRA, EL BRAZO FUERTE DE LA LEY (Cobra, 1986) de George Pan Cosmatos
Cobra tiene el gran honor de ser la primera cinta original en vhs que tuve en mi poder y que pasó a iniciar mi colección. Aquella mañana del día de Reyes el regalo ya no era un juguete, nada de muñecos, juegos de mesa o coches teledirigidos. El cine en doméstico iba a ocupar espacio en una estantería, pidiendo a gritos la compañía de otras cintas, anhelando una colección. Ingenuo de mi, aluciné cuando al introducir la cinta, el 13417__x400_cobra_1986_poster_01 reproductor la ponía en marcha como todas las cintas originales que alquilaba en el videoclub, pero esta ¡era original! Posteriormente descubrí que una pequeña pestañita de plástico obraba el milagro si la arrancaba…

Seguramente Cobra es una de las películas que más veces he visto en mi vida. Supuso una de las grandes apuestas de la productora. Coproducida con Warner Bros, fue la película que más recaudó para la Cannon en un momento en el que Stallone era el actor más taquillero y el mayor “action hero” de la época. Cobra es un policíaco ambientado en San Francisco que combina registros del thriller de acción de los ochenta (poli duro, persecuciones, buddy movies o peli de colegas, diálogos secos, violencia extrema, músculos) con elementos del cine de terror o slasher de la década. Las escenas de asesinatos están dotadas de un aire de cine de terror malsano y son filmadas a cámara lenta, ópticas de ojo de pez y sonido chirriante (uno de los aspectos que más me siguen interesando) En lo que a Sly se refiere, cada una de las actuaciones de Mario Cobretti son antológicas, llenas de frases tan míticas como lapidarias que merecen aplausos cuando son entonadas: “No trato con psicópatas, yo me los cargo” o “El crimen es una plaga, yo soy el remedio”, todas ellas surgidas de la pluma del gran Sly. Junto a él desfiló y lució larga y deportiva figura su mujer de entonces, la sueca Brigitte Nielsen.

DESAPARECIDO EN COMBATE (Missing in Action, 1984) de Joseph hZito

La Odisea de Chuck Norris en su regreso a Vietnam en búsqueda de prisioneros de guerra es una de las películas más míticas y divertidas de la productora. Missing in action pertenece a un subgénero que podríamos denominar Namxploiation o películas cuya trama bélica se sitúa tanto durante la Guerra de Vietnam como años más tarde del conflicto pero en tierras vietnamitas. Apocalypse Now (1979, Francis Ford Coppola), Boinas verdes (The Green Berets, 1968, John Wayne, Ray Kellog), El cazador (The Deer Hunter, 1978, Michael Cimino) y toda la documentación gráfica y televisiva del conflicto,missing_in_action_1_poster_01 son antecedentes de este xploit ochentero que junto a Rambo son las dos cintas de referencia del género y cuyo esquema narrativo inspiró a toneladas de subproductos filmados generalmente en Filipinas: explosiones, metralletas automáticas, helicópteros, héroes musculosos, rescates de prisioneros de guerra, veteranos de guerra y muchos disparos y filipinos cayendo al suelo de mala manera.

Desaparecido en combate originalmente se filmó como la segunda parte de una serie formada por esta y Desparacido en combate 2 (Missing in Action2: The Beginning, 1985, Lance Hool) que mostraba las aventuras del coronel Braddock y sus compañeros durante el tiempo que estuvieron presos en Vietnam. Finalmente los productores decidieron estrenarla en primer lugar.

En esta cinta Chuck fragua su imagen de tipo duro impermeable totalmente obsesionado con las secuelas de la guerra cuya misión es clara y concisa: demostrar que hay prisioneros de guerra en Vitenam y recuperarlos. Armado con un ejército que consta de él y un arsenal de armas se enfrenta a todo y a todos. Desde que vi esta película siempre he querido llevar barba, como Chuck.

EL TREN DEL INFIERNO (Runnaway Train, 1985) de AndreiKonchalovsky

El Tren del infierno es sin lugar a dudas una de las mejores películas producidas desde la Cannon y uno de los títulos que más me impactó. Al verla en un pase por la tele, me dejó simplemente en estado de ¡shock! Inspirada en un viejo guión del maestro japonés Akira Kurosawa, comienza como una película carcelaria en la que dos presos se fugan de una 2013-01-12-runaway-train150ppicárcel de máxima seguridad en Alaska para acabar en un tren desbocado y sin frenos.

El ambiente helado deja transpirar el frío fuera de la pantalla, el ritmo vertiginoso, la violencia extrema y sobre todo la interpretación física y visceral tanto de Jon Voight como de Eric Roberts hacen de esta película todo un clásico.

En la línea de algunos productos anteriores como Caza salvaje (Death Hunt, 1981, Peter Hunt) o El emperador del Norte (Emperorof the North Pole, 1973, Robert Aldrich) que también explotan los instintos más salvajes del ser humano en situaciones límite; siempre frío y nieve como decorados. Las imágenes de El tren del infierno atrapan desde el primer instante por el trepidante ritmo que impone Konchalovsky en su puesta en escena. Al igual que las películas citadas, la trama se acaba resumiendo en un enfrentamiento entre dos hombres cercanos al animal, en una lucha casi ancestral, en una persecución llevada hasta el mismo infierno.

El JUSTICIERO DE LA NOCHE (Death Wish 2, 1985) de MichaelWinner

Ha llegado Charles Bronson a la ciudad. Exactamente al Bronx más degradado de la década de los ochenta: edificios prácticamente en ruinas, bandas de delincuentes organizados con estética punk, la policía totalmente superada que mira hacia otro lado y un vecindario harto de robos, violaciones y asesinatos ante sus ojos que quedan inmunes.
Ante este panorama se enfrenta Paul Kersey, aquel arquitecto pacífico y objetor de DeathWish3conciencia que tras perder a su mujer por asesinato y que su hija fuera violada se transformó en el “vigilante” más demoledor de la historia del cine. Primero las calles de Nueva York en los setenta y posteriormente Los Ángeles fueron testigos de los andares nocturos de Bronson en busca de sucios maleantes, negros y yonkis de baja estofa para ajusticiarlos sin piedad. No pidan clemencia.

En esta ocasión la llamada de un viejo amigo de Bronson le lleva al Bronx donde directamente..¡hay una guerra! Y así se emplea Bronson y su director Michael Winner. El justiciero de la noche es Cannon en estado puro y un disparate de dimensiones bíblicas que lleva al límite los pretextos de moda en el cine de acción de la época: con elementos del cine de venganza, del policíaco, namsploitation al estilo Rambo, del xploit de bandas, del cine postapocalíptico, del subgénero de delincuencia en los institutos…y Bronson repartiendo leña y enfrentándose a todos en un final que parece un filme bélico ametralladora incluida. Sin duda, uno de los desfases más supersónicos de la década. Maravillosa.

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